Día de Mina Clavero: honrar la historia
Mina Clavero está de fiesta y lo celebra con diferentes homenajes, inauguraciones, eventos, estrenos y obras.
El 11 de octubre, Día de Mina Clavero, en homenaje a su fundadora espiritual, doña Anastasia Fravre de Merlo se llevaron a cabo diferentes actos e inauguraciones.
La comitiva municipal, encabezada por el intendente Dr. Luis Quiroga, dio inicio a los homenajes oficiales en la Plazoleta Merlo, donde la Banda de Música Oficial de la Fuerza Aérea Argentina acompañó la celebración interpretando varias piezas musicales, entre ellas el himno nacional. Asistieron los cuerpos de banderas de las instituciones educativas de Mina Clavero, los Bomberos Voluntarios, los Veteranos de Malvinas, representantes de la Policía Local, representantes de la Cooperativa eléctrica, de representantes del Centro de Turismo y Comercio de Mina Clavero, representantes del Concejo Deliberante, el Juez de Paz David Anone, el legislador Mariano Ceballos, la intendenta de San Pedro, Silvina Cabezas, el intendente de Nono, Matías Ramírez, el jefe comunal de San Lorenzo, Luis Depetris, el jefe comunal de Panaholma, Isidoro Guzmán, el Historiador Jorge ‘Pirucho Guerrero’ y un numeroso grupo de vecinos y turistas. Se llevaron a cabo ofrendas florales en el busto de Doña Anastasia que iniciaron con el Intendente de Mina Clavero y funcionarios municipales, seguidas de diferentes representantes, instituciones y organizaciones presentes.
Seguridad y puesta en valor
Durante el evento se inauguró el nuevo semáforo en la intersección de Av. Mitre y 25 de Mayo que fue encendido por Chiro Barrios. El intendente explicó ante los medios que este semáforo era un pedido sostenido a través de los años por los vecinos y que por eso cobraba relevancia. Comentó también que el municipio ha instalado un sistema de GPS que monitorea los semáforos, lo que permite agilizar el flujo ante eventuales embotellamientos propios del aumento de circulación en época turística.
El recorrido continuó a pie hasta llegar a la puesta en valor del mural en la histórica Estafeta Postal de calle Merlo y Pasaje Nahuel. Originalmente realizado por la artista Plástica Alicia Altamirano y José Villa Segura y fue justamente Altamirano quien guio esta puesta en valor junto a Marcela Carranza.
Acervo cultural y atractivos turísticos
Además, se realizó la presentación de dos esculturas urbanas en homenaje a figuras icónicas de la región: Doña Anastasia Favre de Merlo y el Cura Brochero. Estas esculturas destacan por la relevancia en la historia y patrimonio de Mina Clavero. Su concreción requiere un capítulo aparte, necesario de relatar, por tratarse de “una conversación eterna”.
Esta iniciativa, ideada por el intendente Dr. Luis Quiroga y encargada especialmente a sus equipos, tiene como objetivo principal combinar varios aspectos clave: rescatar las bellezas naturales, y el acervo cultural, los lazos de amistad fraternal, mantener vivos los orígenes y las raíces que hicieron de Mina Clavero el pueblo turístico. por excelencia de Traslasierra, y fortalecer en cada nueva propuesta esa visión estratégica de embellecimiento de la ciudad. A través de la recuperación de espacios y patrimonios, se busca además generar atractivos culturales que sigan posicionando a Mina Clavero como un referente en la región.
El secretario de Turismo y Cultura, Alberto Pérez comentó: “Nosotros visualizamos al Santo Brochero y a Doña Anastasia como dos precursores de la actividad. Cuando Luis (Quiroga) nos pidió esto comenzamos a imaginar: si los poníamos sentados, en un banco, o de pie, pensamos en que provocara atractivo para sacarse una foto con ellos, que invitaran a investigar su historia, porque tendrán un QR que les permitirá saber de ellos y de por qué están juntos. Además este atractivo cultural es parte de una estrategia mayor y continua que venimos desarrollando, como recuperar espacios, balnearios, eventos, ampliar servicios, embellecer nuestra ciudad, durante muchos años Mina Clavero careció de esto y por ello esto es parte de una política turística que apunta a fortalecer las épocas de temporada baja o invierno, donde, si bien no está el río, quienes nos visiten encuentren alternativas que es algo que desde siempre ha sido una preocupación y por eso estamos abocados a ofrecer una Mina Clavero atractiva todo el año”.
Sobre las esculturas, el coordinador de Cultura, Emiliano Arias destacó que fueron realizadas por Leonardo Bustamante Altavilla un escultor de Chilecito, provincia de La Rioja: “la técnica con la que se trabajó es en resina, se hizo un vaciado, que es una técnica indirecta, se modela en arcilla, luego se moldea en yeso, y luego se hace un vaciado en resina, que se fija, se pega y se arma la estructura. La idea de la escultura es poner a ambos personajes dialogando pero con una representación alegórica de la imagen que tenemos de ellos, porque claramente Anastasia era muy jovencita y el Cura Brochero mayor”.
Conversaciones eternas
Cuando el intendente Quiroga tomó el micrófono para contar cómo había llegado hasta allí ese sueño, con quebranto en la voz se trasladó a su infancia. El lugar donde hoy se erigen estas estatuas fue también el escenario donde él creció, cercano al kiosko que siempre brindó sustento a sus padres, quienes, conmovidos, también estaban presentes.
La concreción de este proyecto fue resultado de muchas conjunciones que, en ocasiones, no pueden explicarse, solo disfrutarse. “Doña Anastasia y el Cura Brochero merecen un homenaje de nuestro pueblo porque tuvieron la visión y la confraternidad de poder llevar adelante una mirada conjunta de lo que después forjó los destinos de ambas comunidades, de Mina Clavero y de Villa Cura Brochero. Y qué mejor lugar que la esquina de San Martín y Merlo, donde estuvo, en ambos frentes, el hotel de Doña Anastasia y de su marido Manuel Merlo, para que nos honren con esta hermosa escultura. ¿Saben dónde se terminó la escultura en estos días? En los zaguanes del viejo Hotel Zazú. ¡Qué casualidad! ¿no? En el lugar donde Doña Anastasia tenía su casa, su restaurante ¿Y quiénes terminaron de hacer la pátina?, fueron los hijos de Mina Clavero. Carina Ruggiero, Emiliano Arias, Ramiro Arias, el hijo del Bachi. Qué orgulloso debe estar el Bachi, ¿no? Qué historia tan hermosa la de los minaclaverense, todos entreverados en esta obra de arte, que es la síntesis de lo que representamos para los visitantes, el espíritu pionero, las ganas de progresar, las ganas de levantarnos.
Y miren esa carita del cura, como decía él, ‘pispiando’ y mostrándole a Anastasia: –Mirá Anastasia, qué hermoso que está el río, tenés que hacer algo. La verdad que se me pone la piel de gallina por pensar en todas las cosas tan hermosas que se han dado en esta noche para la inauguración de estas dos esculturas. Y voy a terminar con algo que me parece que está muy bueno. Anastasia, en griego, significa resurrección. Yo creo que es la resurrección de Mina Clavero que va a ser más única que nunca. Feliz Cumpleaños mi pueblo, Feliz cumpleaños Mina Clavero”, concluyó el intendente con lágrimas en los ojos.
Y como al arte se lo mima con más arte, como parte de esta inauguración se leyó, con elocuencia poética, en la voz de Sabina Raschia, un Romancillo escrito por Arturo Capdevila en homenaje a este vínculo eterno que tuvieron Doña Anastasia y el Cura Brochero. La obra se llama: “Romancillo de Doña Anastasia y el Cura”. Relata de manera picaresca cómo estos dos amigos tuvieron un desencuentro amistoso y se hacían reclamos con humor y cariño. Como corolario, Victoria Alfonsina cantó la Zamba a Mina Clavero, compuesta por su padre.
Luego de que los presentes se tomaran fotos con las esculturas protagonistas de la noche, el intendente, al ser consultado sobre cómo vivía todo esto comentó: “Es que fueron realmente dos visionarios, por eso los queríamos aquí, en una conversación eterna, llena de complicidades, riendo tal vez porque ningún sueño les quedó corto, ni ninguna Sierra Grande los asustó, sino todo lo contrario. Dos que abrían caminos simbólica y literalmente, que pueden susurrarnos que vamos bien, que somos buena gente y que estamos preparados para que quienes nos conocen ansíen volver, como en aquellos tiempos. Por tanto, solo podemos decirles gracias y honrar sus vidas y las nuestras”.
Retazos de una historia que transformó vidas
Hay figuras que trascienden su tiempo y lugar. Anastasia Favre de Merlo fue indudablemente para nuestra historia una de ellas. En una época en la que las mujeres aún se movían en los márgenes, Anastasia encontró su centro en Mina Clavero, un lugar perdido en las sierras de Córdoba.
Ella era una joven de 17 años, huérfana, casada con Manuel Merlo, un hombre más mayor que ella, pero también más anclado en las tradiciones de su tiempo. Pero en Anastasia, como en muchas mujeres de su generación, había algo más. Un fuego silencioso, una determinación que la haría trascender.
Mina Clavero, en aquel entonces, no era más que un rincón agreste, un lugar desconocido para muchos salvo por aquellos que vivían allí, lidiando con los caprichos de la naturaleza.
Fue el Cura Brochero, el célebre sacerdote que había comprendido que la fe debía andar de la mano con la acción, quien vio en esas tierras algo más. Los análisis de las aguas del río, que revelaban su potencial curativo, lo llenaron de un fervor que solo aquellos con visión pueden comprender. Brochero entendió que Mina Clavero podía ser un refugio para el cuerpo tanto como lo era para el alma. Y convenció a Manuel Merlo de erigir una casa de huéspedes.
Es difícil imaginar el impacto de esa decisión. No había caminos, apenas huellas que las mulas seguían, y sin embargo, los primeros visitantes llegaron, atraídos por la promesa de descanso y cura. Cuando la primera esposa de Merlo falleció, dejándolo viudo con un hijo recién nacido, Anastasia, con esa mezcla de pragmatismo y ternura que la definiría, asumió la tarea de madre y anfitriona. Su juventud no fue un impedimento; más bien, se convirtió en la fuerza que impulsó el destino de la región.
Anastasia entendió, mucho antes que otros, que Mina Clavero no debía ser solo un lugar de paso. Tenía que convertirse en un destino, en una experiencia única. Y lo logró. No se limitó a recibir a los huéspedes; los cuidaba con una dedicación que iba más allá de la hospitalidad. En sus manos, el hotel Merlo se convirtió en algo más que una posada. Era un lugar donde se curaban cuerpos y, a veces, almas. Anastasia, con su conocimiento de los remedios naturales, con su sabiduría callada, ofrecía mucho más que una cama.
De alguna manera, su vida fue eso: la construcción de un porvenir en el que otros podrían prosperar. Cuando los autos Ford T comenzaron a llegar al pueblo, no fue una sorpresa para ella. Se adelantó a las necesidades y mandó construir un vado de adoquines para que los coches no quedaran varados en el río.
Anastasia no solo acogía a turistas; los convertía en parte del paisaje. Regalaba terrenos a quienes veía con capacidad de invertir en la zona, no por interés, sino por un sentido profundo de comunidad. Sabía que al traer más gente, estaba trayendo empleo y oportunidades para los lugareños.
Las tertulias que organizaba en su hotel, las excursiones por la sierra y los lugares cercanos, involucrar a los visitantes con las costumbres del lugar, las proyecciones de cine, la primera y mejor secretaria de turismo que alguien puede soñar… Anastasia estaba construyendo, piedra a piedra, lo que hoy es Mina Clavero. Al igual que Brochero había tallado el Camino de las Altas Cumbres, ella tallaba un camino para el turismo, para que su pueblo creciera y se sostuviera con sus propios recursos. Su visión fue la que permitió que Mina Clavero se convirtiera en un centro de vida, de descanso y de promesa.
Cuidaba a los hijos de las mujeres que trabajaban para ella con la misma dedicación que ponía en todo lo que hacía. Hasta oficiaba de partera. En invierno, cuando los turistas no venían, aseguraba que la gente tuviera trabajo, porque comprendía que una comunidad solo puede florecer si sus miembros están cuidados.
Ya muy anciana, cuando su cuerpo finalmente se rindió, dejó detrás de sí un legado que trasciende lo material y por eso es fundadora espiritual.
Decreto que da cuenta del establecimiento especial del Día de Mina Clavero en homenaje a Doña Anastasia. Archivo gentileza de Jorge «Pirucho» Guerrero que ha quedado a resguardo del Archivo digital Histórico Municipal, dirigido por la Dra Belén Martínez
En gran parte, que Mina Clavero sea hoy tan única se lo debemos a ella y también al Cura Brochero.
Su nombre está inscrito en el corazón de nuestro pueblo, y eso, quizás, sea lo más importante de todo. La honramos cuando recibimos con la misma camaradería a nuestros turistas, cuando se nos hincha el pecho al hablar de Mina Clavero, nuestro lugar, único en el mundo.
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